¿Sólo a las maduras?

Da igual si se va o si no se va. Da igual que sea a Madrid, a Sevilla, a Filipinas en misión humanitaria o a pasar a limpio las obras del tranvía que diría el ácido Fuentes. Lo que importa es que el alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, se quiere ir, según dicen los suyos. Andan de reuniones en el PP para determinar la cúpula en Andalucía. Zoido quiere a José Luis Sanz (que llevaría a Fernández de Moya de segundo), pero Rajoy no lo ve y le da vueltas a mandar a un ministro andaluz (Fátima Báñez, Arias Cañete o incluso Montoro y así afrontar una remodelación de su gobierno). Lo que parece claro es que el alcalde se va, o lo intenta, según rezuman todos los mentideros del PP de Jaén. Que finalmente se vaya no está en su mano, pero simplemente el hecho de que quiera dejar el sillón a su pupilo Miguel Contreras, ya podría considerarse un desaire para los jienenses, para quienes le votaron como el alcalde con más respaldo de la democracia. 

Lejos quedaron las noches de desvelo cuando intentaba que Javier Arenas quitara a Miguel Sánchez de Alcázar de alcalde para ponerlo a él y así lanzarlo como candidato. Lejos están ya los intentos de ser el cabeza de lista para las municipales de 2007, cuando Rajoy dijo que no. Lejos queda también aquello de los ocho años de gobierno. Hace tiempo que el alcalde dicen que quiere volar, porque no le gustan las duras y las maduras hace tiempo que no se ven por el Ayuntamiento de Jaén. Tras más de dos años de gobierno, Fernández de Moya mira más a su futuro lejos de la Alcaldía que a los problemas de la ciudad. No quiere ser quien despida a los trabajadores del Ayuntamiento (le honra no haberlo hecho), a pesar de que, según recoge el plan de ajuste elaborado para el Ministerio de Hacienda de su colega Montoro, el “1 de enero de 2011 el número de trabajadores era de 909 y el 1 de septiembre de 2013 era de 830”. Han salido por la puerta de atrás y sin hacer ruido 79 empleados, por jubilación o  por vencimientos de contratos. Y vienen más duras todavía, porque ese plan de ajuste recoge en su medida undécima que no se ejecutará “la inversión prevista inicialmente”, la de los presupuestos, y que no habrá inversiones “con cargo a fondos propios”. Es decir, que el Ayuntamiento no invertirá un euro en la ciudad en los próximos años y tendrán que ser otros quienes lo hagan. Vienen tan duras como las que pasan los jienenses. Y ante eso, el alcalde dicen que prefiere dejar de serlo y busca salidas. Da igual si lo hace o no, porque los rumores ya claman. ¿En qué se ha convertido esto, en un juego político para engordar el curriculum con cargos y la cuenta corriente con muchos ceros?

Universos paralelos


La búsqueda de un modelo unificado, que explicara, tras la teoría cuántica de la gravedad, no sólo cómo nació el universo, sino qué había antes y cómo se generó el ‘big-bang’, ha llevado a los científicos durante las últimas décadas a desarrollar un nuevo modelo, el de los universos paralelos. Es decir, la posibilidad de que existan varios universos o realidades independientes: otro planeta tierra donde Marilyn Monroe habría muerto muy viejecita o donde al comprar yogures de varios sabores podrías elegir algún paquete que no tuviera frutas del bosque.

No puedo evitar imaginarme otro universo paralelo en el que (al margen de algunos retoques de chapa y pintura para un servidor) Jaén fuera una provincia próspera donde dos importantes focos industriales y estratégicos, como Linares y La Carolina, compitieran en logística con otros focos del país; donde cada año, millones de turistas llegaran a algunos de nuestros cuatro parques naturales, visitaran fortificaciones como la de Baños de la Encina (de las pocas milenarias que quedan en Europa) o la de Segura de la Sierra; pasearan por Úbeda y Baeza, visitaran la Catedral de Jaén (ya declarada también Patrimonio Mundial) y disfrutaran del mayor legado mundial de la cultura ibera en el Museo de Arte Ibero. Como tampoco puedo evitar imaginar ese Jaén paralelo mandando en el mercado del aceite de oliva con precios que permitieran a los agricultores dejar de mirar de reojo a Europa y sus políticas de migajas lisonjeras.

Sería gratificante, ilusionante, merecido, justo y necesario, una ciudad, aunque fuera en un universo paralelo, con políticos honrados, más preocupados por el bien común de sus vecinos y de Jaén que de alcanzar y mantener sueldos de 5.000 o 6.000 euros a costa de lo que fuere. Una ciudad en la que los plenos de su Ayuntamiento no fueran un espectáculo bochornoso, desde quien los  preside hasta el último de los ediles. Una ciudad con políticos que alguna vez hubieran sentido la curiosidad de abrir uno de los libros que compraban al Círculo de Lectores, con subdelegados, delegados, diputados y concejales que fueran capaces de poner delante su tierra y su ciudad a los intereses de sus partidos. Una derecha que repudiara a los fascistas que aún alberga en sus filas y una izquiera que dejara de creerse moralmente superior a la derecha. Y de paso, si puede ser, hombre, ya que estamos y que se trata de un universo paralelo, ¡la virgen! un poquito menos de calor en verano.

Con la frente marchita


Nunca creí que llegara a sentir aquello que tantas veces escuché en mi infancia, en mi juventud. Nunca creí que las tristes historias de quienes en los años sesenta cogieron su maleta repleta de miedo, rabia, desencanto y resignación para poner fin a la hambruna que desde una década antes asolaba las casas de esta tierra, podrían repetirse una vez más. Y mucho menos, que tuviera que escuchar el lamento acompasado, casi febril, del que se ve obligado a dejar su casa, su familia, sus amigos y su tierra. En un mes, cuatro pequeñas partes de mi corazón (amigos, casi familia) han decidido poner rumbo a otros países en busca de trabajo para poder vivir. No para prosperar profesionalmente. No para mejorar el idioma. Mucho menos para cambiar de aires y conocer otros lugares, otras culturas, ávidos de experiencias enriquecedoras antes de asentar su devenir en la tierra que les vio nacer. Se van a ir para poder vivir, para poder comer, para poner crear una familia o para sustentar a sus hijos.

  Y no hay nada más triste que ser expulsado de tu tierra contra tu voluntad, sin saber siquiera si tu destino será acertado, si encontrarás lo que aquí te niegan los lameculos profesionales e indignos de la política patria, mientras aflojan cada día un punto más de su cinturón porque van a reventar henchidos de soberbia y miseria moral. ¡Qué razón lleva mi querido amigo Jose, cuando afirma que se acabó la clase media, que ya han vuelto a ponernos en nuestro sitio para mantener su opulencia! Fuimos clase media mientras servimos a los poderosos. Ahora hibernan mientras volvemos a nuestra miseria, para después volver a florecer en la usura.

Sé que son muchos más, que cada día cientos de españoles toman la decisión de abandonar su hogar. Pero a mí me duelen estos cuatro. A vosotros os dolerán otros. Y finalmente, no seremos (otra vez), más que un pueblo dolido de ausentes, un país de ausencias y tristezas. Quieres gritar, armar tu rabia con cañones, obuses y misiles, pero hay días, meses, años, décadas, en que la tristeza y la pena no te dejan batallar. Nunca hubo un David que abatiera a Goliath. Marcharán pues, soñando cada noche con el parpadeo de las luces que a lo lejos van marcando su retorno. Y tú serás el siguiente y yo seré el próximo. Y tal vez volvamos, pero con la frente marchita y  las nieves del tiempo plateando la sien.

Sólo a veces, cuando la tristeza desdibuja el presente, no ha lugar para la lucha, para la rebeldía, para la contestación. Sólo para el llanto. Pero sólo a veces.

¿Que se jodan?

Queda patente, cada vez más, el abismo que existe entre el talento y la profesionalidad de la gente de la Cultura de esta ciudad y la mediocridad y desvergüenza de la mayoría de nuestros políticos. El sábado,‘Casallana’, la apuesta cultural de Ángel Millán y Teresa Arenas, que desde hace casi un año dignifica y da lustre a las anodinas programaciones artísticas, acogió la iniciativa de un grupo de actores, dramaturgos y directores de Jaén. ‘Microarte’ quisieron llamar a un espectáculo en el que el público pudo disfrutar de cinco pequeñas obras escritas con mucho talento (lamentablemente la mayoría de los actores no estuvieron a la altura), realizadas en cinco estancias del palacete de la calle Llana, de la siempre sobrecogedora puesta en escena de las danzas de ‘Kata Kanona’ y de las canciones de ‘Jesús Gracias de nada’. Texto como el de la actriz y autora Noelia Camacho, brillante, por encima del resto,  dejó patente el buen hacer de una generación de jóvenes artistas (bueno, algunos no tan jóvenes) comprometidos con la cultura, que luchan cada día por salir adelante desde el esfuerzo, el trabajo, la ilusión y el talento. Ellos reconstruyen el Jaén que cada vez más munícipes incapaces se empeñan en sumir en los escombros.

Su imaginación y entusiasmo contrasta con el abandono y el hastío de una casta política de discursos vacíos y alforjas llenas. Un grupo de personajes que se sacaron el carnet de identidad a la segunda y que cada mes ponen la mano para llevarse tres mil euracos por pasear su gracejo incompetente de su casa al despacho de la administración que malgobiernan y desvalijan. Aquellas imágenes en las que la diputada popular Andrea Fabra fue sorprendida diciendo ‘¡que se jodan!’ se han convertido en santo y seña de una generación de políticos (salvo honrosas excepciones) que, si bien no se atreven a decirlo públicamente, piensan y sienten que los españolitos de a pie, en nuestro caso ya ni siquiera en pie, tienen que joderse.

Apenas dos días después de conocerse las cifras de la tasa de paro en Andalucía y en Jaén, donde casi un 41 por ciento ya no tiene trabajo, la Junta de Andalucía suprime el servicio ‘Andalucía Orienta’, que durante años ha realizado itinierarios de reinserción laboral a los parados de esta tierra de rastrojos. Cientos de profesionales a la calle que se suman a los cientos de asesores de empleo que desde enero también fueron despedidos tras suprimir el Gobierno central las ayudas a las comunidades. “¡Que se jodan¡” es lo que dicen con sus actos mientras escupen discursos esperanzadores sobre un futuro anegado de brotes verdes. ¿De dónde ha salido tanta mediocridad que habita en los despachos de nuestro desgobierno, porque yo cada vez veo más talento en la calle, cada vez veo más arte que tiene que hacerse micro para alimentar el ego de ridículos aspirantes a señoritos?

Respeto


Cada día que pasa, cada traslúcida declaración que hace el alcalde, cada quiebro del delegado de Fomento, cada brindis al sol de los responsables políticos de Jaén no son más que la escenificación de la falta de respeto que tienen por nosotros, por los jienenses. Que se empezó la casa por el tejado con el tranvía siempre lo he tenido claro, porque lo lógico hubiera sido conectar con un transporte público limpio y sostenible (sabía que algún día se me escapaba eso de sostenible, perdón, lo retiro) los pueblos cercanos con la capital. Es decir, un tranvía o un tren ligero que diera la posibilidad a los miles de vecinos de Torredelcampo, Torredonjimeno, Martos, por poner un ejemplo, de acercarse a Jaén de una forma rápida y económica; y después una segunda línea que vertebrara los servicios que ofrece la ciudad no sólo a sus habitantes, sino al resto de la provinica. 

  Sin embargo, la rentabilidad política de esa inversión era claramente deficitaria.  Una vez engullido el primer error y con un sistema tranviario que ha cambiado por completo Jaén, no me cabe duda de que es el primer escalón hacia una ciudad moderna, del siglo XXI, amable, cosmopolita y comprometida con el medio ambiente y con el bienestar de sus vecinos. Dicho lo cual, a la Junta de Andalucía debería caérsele la cara de vergüenza por seguir mareando la perdiz con el arreglo de las deficiencias del sistema tranviario tras dos años parado, provengan de donde provengan las deficiencias. Esa es su obligación, su competencia y su deuda con todos los jienenses que pagan 1’5 millones de euros al año por cinco vagones parados. Y el alcalde y su equipo de Gobierno deberían sonrojarse cada vez que salen a la calle, de lo que se jactan a diario, y ver cómo el mejor medio de transporte que tiene la ciudad no funciona por su actitud demagoga e irresponsable. Siéntense con la misma lealtad institucional que exigen del resto de administraciones y busquen una salida al tranvía. Pero háganlo, señor alcalde, calladitos, con humildad, con verdadera intención de avanzar en este despropósito y sin llamar 'perros-judios' a sus compañeros de las administraciones a las que pide colaboración antes de sentarse a hablar con ellos, porque sus sueldos y el contrato que firman cada cuatro años con los vecinos a los que vejan a diario, cada vez más, unos y otros, no sólo precisa de que se haga lo que se puede, porque eso lo hacen los presidentes de las comunidades de vecinos. Ustedes están obligados a hacer lo que deben hacer, y si no pueden vuelvan a sus puestos y sus sueldos. Y por favor, enseñe, haga público íntegramente el informe y la oferta que hizo Ferrocarriles de Cataluña para explotar el tranvía, porque, de lo contrario, cabe pensar que está ocultando datos a los jienenses que han sido los que lo han pagado. Y usted, señor delegado de Fomento, acabe los arreglos y deje de escurrir el bulto. Siéntense, en fin, y busquen una solución al tranvía. Sólo por respeto. ¿Nos lo tienen?

Venceréis, pero no convenceréis

 
Miguel de Unamuno.
A mi me gusta recordar. Quiero recordar. Lo vivido y lo aprendido, la tragedia y la alegría. Me enriquece y reconforta mirar a los ojos de mis padres, como ellos miraron a los de los suyos, y ver el pesado paso de los años asomándose al abismo del mañana. Y dentro de algún tiempo querré que quienes miren a mis ojos puedan aprender el devenir de mis días, el de mis padres, el de mis abuelos: el de nuestra Historia. No hay camino que no pueda desandarse por oculto e intrasitable que lo deje el paso del tiempo. Ayer se cumplieron 81 años desde la proclamación de la II República Española, que terminara el 1 de abril de 1939 después de tres años de Guerra Civil en España. Y yo no quiero olvidar todo aquello.

No quiero olvidar la barbarie de la sinrazón. No quiero olvidar ‘el tren de la muerte’, el primer fusilamiento masivo de aquella guerra, ocurrido el trágico 12 de agosto de 1936. No quiero olvidar que 191 personas, la gran mayoría de Jaén, entre ellos el obispo de la ciudad, fueron asesinados cuando eran conducidos a la prisión de Alcalá de Henares por su filiación conservadora y sus creencias católicas. No quiero olvidar a los 159 jienenses que los seis trimotores ‘Junkers’ de la Legión Condor alemana dejaron sin vida en las calles de esta ciudad en el bombardeo que arrasó Jaén el 1 de abril de 1937, a las cinco y veinte de la tarde. La hora quedó marcada en el reloj de la Basílica de San Ildefonso durante meses. Ninguno de ellos merecen el olvido. Porque fueron muertos por la ignorancia, el miedo, la incultura, la soberbia, la intolerancia, la intransigencia, el despotismo y el mesianismo. Nadie como el irrepetible escritor y pensador Miguel de Unamuno, que en los primeros meses de alzamiento militar apoyó al bando nacional, sentenció mejor el desprecio hacia aquella barbarie. En el acto de apertura del curso de 1936 de la Universidad de Salamanca, Unamuno, que era rector, tomó la palabra tras el discurso de José María Pemán y el del profesor Francisco Maldonado, que atacó vehementemente a Cataluña y al País Vasco. Tras una larga discusión, el rector, nacido en Bilbao, terminó diciendo: “Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis, porque para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España”. Al día siguiente, Unamuno fue cesado como concejal y dos meses después moría en su domicilio.

No sé cuantas veces me han vencido a lo largo de mi vida. Muchas. Sin embargo, recuerdo cada una de las veces que me convencieron. Y hoy cuando veo a algunos, cada vez más orondos, dirigentes, con los ojos llenos de odio, recuerdo aquello de venceréis, pero no convenceréis.

Cuando éramos tan pobres y tan felices

Aparte de que mi menguante masa gris ha dejado de segregar la cantidades ingentes de melatonina que agitaban mi culo en el pupitre, cada mañana, cuando el espejo se cruza con mis cuarentonas pupilas me devuelve la ilusión de que apenas han pasado los años. Y sí lo han hecho. Han caído veintitrés desde que aquel niño asustado llegara por primera vez al instituto Jabalcuz, con su profusa melena peinada con la raya en mitad de la coronilla. Veintitrés años desde que comenzara la clase más importante de mi vida, la que perfiló este carácter a veces inquieto y contestatario, a veces dócil y sumiso; el mismo que labró el vuestro, compañeros, y que hace unos días fluyó con virulencia en la cita de antiguos alumnos, de pretéritos anhelos.

Es curioso cómo la memoria se empeña en desterrar de forma caprichosa (quiero pensar) determinadas vivencias, rostros, gestos, miradas, pechos y torsos que antes inspiraban nuestras poluciones nocturnas. Tan curioso como la inmediatez con que aquel sábado abrió el baúl de lo vivido, de lo reído (nunca lo sufrido), de lo aprendido. No fui muy dado nunca a remover el pasado ni a escriturar el futuro. Pero la cita, como sacada de una película gringa de serie B, preparada con tanto cariño por Mayca y Carlos Alberca, a los que todos deberíamos estar agradecidos, (incluso los piquetes informativos más descontentos con las formas que olvidaron que lo que importaba era el fondo) me devolvió los días de rosas, “cuando éramos tan pobres y tan felices” que dijo Hemingway.

Afloraron las canciones de Triana, la guitarra ahora callada, el sincero y eterno cariño de mi Juanito, las escapadas a beber litros en el Paso, las primeras caricias, el despertar al húmedo y siempre acogedor sexo femenino, los partes de faltas, aquel viaje a Italia en el que las hormonas ganaron la batalla al mero interés turístico o la admiración o desprecio por nuestros profesores. Finalmente el tiempo ataja las radicales posturas de la adolescencia (¡maldita la hora!), pero aquella promoción 86-90, aquel instituto no era más que el reflejo de la sociedad que se extendía más allá de sus puertas. Aquellos profesores a los que venerábamos o vejábamos verbalmente eran la metáfora educativa de los primeros años de nuestra breve historia democrática. Sinceramente fue reconfortante estar con Conejero (perdona Miguel que use tu mote, pero no recuerdo tu apellido) tanto como no ver la cara a otros pequeños dictadores de pupitre que pululaban por los pasillos del Jabalcuz.

El resto fue lo hallado, lo vivido, vuestras sonrisas, nuestros recuerdos. No es mala idea, Mayca, despertar de vez en cuando el sincero cariño que nos condujo hasta estos días y noches, a estos claros y oscuros.

El trimestre del calvario municipal


El Tourmalet.
Hoy comienza un trimestre clave para el equipo de Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Jaén. No tanto para la ciudad, que debería saber ya que este mandato será el del quiero y no puedo, el de una ‘micropolítica’  que ha provocado el ‘macrodescuido’ más latente de los últimos 30 años en la historia de esta ciudad. Con dos administraciones, Junta y Gobierno central, intentando sacudirse torpemente (como el niño que descubren los padres prendiendo con el mechero el mercurio del termómetro de casa) los flagrantes y vergonzosos casos de corrupción política y un Ayuntamiento incapaz de salir de los charcos en el que el sólo se mete, comienza el ascenso al Calvario, después de haber subido el Tourmalet.

Llegan los tres meses de los cambios anunciados por el PP. Con cada vez más colectivos haciendo cola en la plaza de Santa María para protestar ante el Ayuntamiento, el alcalde, que dice perder el sueño porque no funcionan los semáforos de la rotonda de Blas Infante, debería tener pesadillas con lo que se avecina. Camino de los dos años de mandato, los populares tienen pendiente sacar el pliego de condiciones para la concesión del servicio de basura, qu e llevan anunciando desde antes del verano pasado, el de alumbrado, semáforos, fuentes y mercados, con la posible impugnación de los extrabajadores de Imesapi, el del teatro Infanta Leonor, que curiosamente parece ser que es el que más le urge al jefe de la Hacienda, Miguel Contreras (hay quien llama a su puerta con insistencia). También está pendiente el Banco de España, que lleva cediéndose desde diciembre. Y es que a los gobiernos les cuesta meter en vereda a todos los bancos, aunque estén cerrados y sean de Moneo. Esperemos que llegue antes de la remodelación del Gobierno de don Mariano y de la salida, de ser así, de don Cristóbal. 

Pero el verdadero reto será cuadrar todos los números rojos para conseguir pagar cada mes la nómina de los trabajadores del Ayuntamiento, con la Policía Local y los Bomberos hartos de promesas, financiando con su trabajo, al igual que la mayoría de los funcionarios, los desmanes de los políticos de antes y de ahora y con la primera factura del préstamo del pago a proveedores recién aterrizada. Nada más y nada menos que tres millones de euros, correspondientes a enero, febrero y marzo.  ¿Qué hará este mes el equipo de Gobierno, pagar los más de tres millones de euros de las nóminas de sus trabajadores o los otros tres del pago a proveedores? Difícil situación, sin duda, máxime cuanto el descrédito personal por las promesas incumplidas comienza a hacer mella en el gobierno de la ciudad y los funcionarios empiezan a girarse con cara de pocos amigos cuando se cruzan con los concejales.

La vida tocada


Si hay algo singular que tiene la música es que alguien que no la hubiera escuchado nunca se sentiría atraído por ella. Y si es buena, podría experimentar emociones desconocidas hasta ese instante. Al contrario que con otras disciplinas artísticas, el criterio pasa a un segundo plano. La música golpea, como si de pequeños alfileres se tratase, terminaciones nerviosas que provocan el espanto o la sublimación, pero en su sentido físico: algo en nosotros pasa del estado sólido al gaseoso. Y como el joven inexperto bebedor de vino que siempre acierta en diferenciar un buen caldo de cualquier agua sucia, porque a nadie nunca le amarga un dulce, el torpe oyente de sonidos modulados distintos a los que habitualmente escucha, sabe desde el principio, que está ante algo grande. Pero si además se trata del compás y del swing de Chano Domínguez y Francis Posé, pocas veces volverá a saciar su alma del mismo modo.

Dicen quienes conocen a Chano Domínguez que nadie como él ha sabido conjugar el jazz con el flamenco y hace tiempo que, como los grandes poetas, encontró su propia voz, irrepetible, universal, honda, popular. Dicen quienes admiran al gaditano, que inventó el 'jazz español' incorporando a los grandes clásicos el sabor salado de su bahía y el triste quejío de esta tierra que no despierta de sus viejos fantasmas. Dicen también que es el Paco de Lucía del piano, aunque a estas alturas no sería descabellado decir que Paco de Lucía es el Chano Domínguez de la guitarra. Azuzado por Francis Posé, quiso visitar de nuevo Jaén y recordar aquellas largas y felices noches del Chubby Check. “Me habló Fran de este lugar y me dijo que tenía que venir”. Y así lo hizo, en un feliz reencuentro con Ángel Millán y con algunos fieles seguidores de su arte y su sencillez. Porque la cercanía de Chano es directamente proporcional a la grandeza de su música. “¿Qué vamos a hacer, lo de anoche en Granada?”, le preguntaba Posé minutos antes de comenzar el concierto. “Ahora vemos, ahora vemos”, parecía decir el gaditano con una larga sonrisa. 

Y comenzó con “Gracias a la vida” de Violeta Parra, una magnífica declaración de intenciones para una velada musical como la que protagonizó en Casallana junto al excelso contrabajista malagueño Francis Posé, a quien ya tuvimos la ocasión de ver con Jorge Pardo y José Vázquez Roper. No es mala cosa comenzar los conciertos dando las gracias y mucho menos cuando las merece. Son demasiadas la veces que los grandes músicos olvidan quien los pone donde están. Chano ha tenido la 'Gracia' de ser agradecido glosando a la chilena universal en los primeros compases de su nueva gira. Y después, para que nadie olvide que esto se trata realmente de escuchar jazz, continuó con Thelonious Monk. Como a los más grandes, a Chano le sobra genio, sensibilidad y maestría para embaucar al público con su ejecución. Tiene uno la sensación de que podrían deslizarse sus manos sobre la fría superficie de una mesa, golpeando con sus yemas los nudos de la madera inerte, sin perder un ápice del compás y de la melodía de sus composiciones y arreglos

Ya con Posé el recital se convirtió en una verdadera fiesta. Las miradas cómplices entre los dos músicos y los solos del malagueño, que adereza con compases guturales más sonoros a medida que su ejecución se pierde por los confines del talento, desembocaron en una nueva velada histórica para la música en Jaén. No estaría de más que Millán comenzara a plantearse la posibilidad de grabar en un disco alguno de estos mágicos conciertos, porque lo que está sucediendo en Casallana es tristemente irrepetible y sería un error que sólo quedara de ello un álbum de fotografías y un puñado de crónicas.

Charlie Parker dijo en una ocasión que nadie podía tocar lo que no había vivido. Yo no sé si Chano Domínguez ha vivido todo lo que toca, pero, creánme, lo que vivió le hizo feliz, y nos hace felices a nosotros.


Publicado en lacasallana.blogspot.com.es/ el lunes 18 de marzo de 2013

Comienzan los movimientos para la Alcaldía

Cuando aún faltan dos meses para que el mandato municipal llegue a su ecuador y aunque el común de los mortales (que sí sabe lo que es la micropolítica porque sufre su ausencia cada día), sólo piensa en las elecciones municipales o para arrepentirse de lo que votó en las últimas o para afianzar su descontento con la clase política local, Partido Popular y Partido Socialista ya comienzan a dar pasos para los futuros comicios. Desde hace algunos meses, el PP de Jaén, o lo que es lo mismo, su presidente y alcalde, José Enrique Fernández de Moya, ya ha colocado a su caballo ganador en la línea de salida. El concejal de Hacienda en el Ayuntamiento de Jaén y parlamentario andaluz, Miguel Contreras, otrora gerente de San Clemente, ha sido señalado para suceder a Fernández de Moya. Después de hincarle el diente a la Alcaldía en 2011 (con el mayor respaldo de la historia de la democracia en la ciudad), en la que puso su miras tres mandatos antes, golpeando un día sí y otro también las puertas del PP andaluz y de Javier Arenas, e incluso los despachos del entonces poderoso Ángel Acebes y cuya candidatura fue desechada en 2007 por el propio Rajoy, que prefirió la cara conocida de Miguel Sánchez de Alcázar, ahora todo hace indicar que podría no continuar y ser el próximo candidato. Incluso se baraja en los mentideros populares que podría aspirar a un alto cargo tras la primera remodelación del Gobierno de Rajoy, lo que colocaría a Contreras en el sillón de Alcaldía antes de las próximas elecciones.

Mientras tanto, en el otro bando, los socialistas de la capital, tras superar el cónclave de su agrupación local el pasado verano con la victoria de Manuel Fernández Palomino y la desaparición casi total de los peñalvistas, han sorprendido en los últimos días con la puesta en escena de una vieja cara del PSOE de Jaén, Fernando Calahorro, que ya se postuló para ser candidato y que finalmente fue descabalgado por Carmen Peñalver en su etapa de máxima cercanía a Gaspar Zarrías, histórico contrincante de Calahorro en el socialismo jienense. Sus últimas comparecencias hacen sospechar que Calahorro podría volver a mascullar de nuevo su asalto a la Alcaldía de Jaén, toda vez que las filas socialistas de la capital están huérfanas de una cara lo suficientemente cercana y conocida para arrebatar el sillón de mando al PP de Jaén, sociológicamente mejor posicionado en la ciudad en intención de voto. Y aunque el desgaste del Gobierno, como ya ocurrió con el PSOE en Madrid y Jaén, pasará factura a los populares en la capital, no son los partidos muy dados a experimentos cuando de sitiar cargos y administraciones se trata.

Del romanticismo a la esencia de lo popular: Santiago Auserón




¿Cómo trasladar a unas breves líneas la belleza de un instante? ¿De qué forma narrarte, lector, cómo embriaga la música, cómo sacia el alma la poesía? ¿Acaso se puede explicar la grandeza de un ocaso o la sinfonía que hay más allá del silencio a quien nunca vio ni escuchó? Cerrad los ojos, leed con cada uno de vuestros sentidos y escuchad estas letras como un susurro:

Tiene el palacete de ‘Casallana’ un halo del Romanticismo que tiempo atrás inspiró a un Santiago Auserón cada vez más Juan Perro, sobre todo cuando el frío y la lluvia golpean sus muros y tejados y mojan la primavera dormida de su jardín, único vestigio de aquellos vergeles dieciochescos que salpicaban el Jaén antiguo. Nunca es fácil una primer vez (la mayoría de las veces ni siquiera complaciente), pero nadie hubiera dicho, a no ser porque quiso dejarlo claro al comienzo de su concierto, que la del sábado fue la primera vez que Auserón desnudaba a su Juan Perro. Tan sólo al abrigo de su guitarra, con la Zarabamda en la platea, el maño universal, estudioso de las raíces del son cubano, regaló un repertorio, en gran parte inédito, a un público tan agradecido y respetuoso que olvidó, ya con el recital avanzado, sacar el lado más perro del genial músico. Tanto desnudó Auserón su arte, que dejó entrever su calidad como intérprete a la guitarra y la riqueza y tonalidad de su voz. Nada es igual a cuatro metros de distancia. Lo artificial se hace mediocre y lo bello sublime. Y en su recital todo fue sublime, hasta el ronroneo de las copas en la barra, que también necesita el cuerpo revolcarse por el barro entre tanta alma inquieta.

Le debemos todos los amantes de la música a Santiago Auserón, al Juan Perro de ida y vuelta, habernos abierto los ojos a los españolitos de charanga y pandereta con aquellos Encuentros del Son y el Flamenco en Madrid y Sevilla de principios de los noventa; haber traído a músicos como Celeste Mendoza, Compay Segundo o Faustino Oramas el Guayabero, entre otros muchos. Santiago Auserón es al estudio de las músicas populares con especial atención al son cubano, el rock clásico y el jazz, lo que Juan Peña “El Lebrijano” a los orígenes del cante flamenco.

Su concierto en Casallana estuvo bien aliñado (a veces con demasiada sal) con las historias que dieron origen a sus canciones. Siempre se escucha de otra manera la música cuando uno conoce la historia que hay detrás y eso lo sabe hacer muy bien Auserón, casi tan buen orador como músico. Con tono irónico recordó las palabras de su abuela, aquello de ‘Poco talento’, recogido en una de las canciones de su último disco “Río Negro”.



“Todos me llaman poco talento
Chuzos de punta, yo tan contento
Poco talento y algo de cuento
Pero muy poco talento”.



Y cuando Axa, Fátima y Marién aparecieron por el salón de ‘Casallana’ fueron recibidas, primero con una ovación, y luego con el callado silencio que el romance anónimo popular del siglo XV “Tres morillas me enamoran en Jaén” merece en esta ingrata tierra con su pasado y cicatera con su futuro.

Y como toda esta historia no va más que de placeres, nadie mejor para contentarlos que el cariño, la ternura y la profesionalidad de Almudena (ahora sí, querida), Alejandra, Amada, Tere Delgado, Lorena y sus grandes ojos tristes; el señorío de Maqui y ‘el Rizos’, los sabios silencios de ‘Oxi’, el temprano ingenio de Pablo, la genialidad de David y Marcos y la mirada de Sitoh y Yolanda.

Así fue el recorrido del devenir romántico de un artista hacia la esencia de lo popular, de Santiago Auserón y su Juan Perro, de otra velada en la ‘Casallana’ del incombustible Millán y de la musa que habita entre sus muros, Tere Arenas.

Podéis abrir los ojos. 


Transparencia

 
Menos mal que me he enterado, que parece mentira que a mi edad todavía tuviera dudas sobre lo que es la transparencia. Ahora sí me está quedando claro, porque, sinceramente, y no es que me sienta precisamente orgulloso, pero se ve que no tenía yo una opinión bien formada acerca de la transparencia; hombre, y eso en la profesión a la que uno se dedica, pues no está bien.

  Mísero de mí, incluso infelice. Presentar un informe del tranvía que han pagado todos los jienenses con dinero público, alrededor de 180.000 euros, informando sobre los datos que el equipo de Gobierno municipal considera más significativos (que no seré yo quien dude de su elevado criterio), pero sin dar el informe ni a los medios de comunicación ni a la otra administración implicada, Junta de Andalucía, es transparencia. Sobre todo, por la gracia y obra de los munícipes, se tiene la sensibilidad de presentarlo en la Asociación de la Prensa de Jaén, ante toda la alta plana ‘canalla’ (yo no estuve, que estaba malito, por eso lo de alta plana) de la ciudad, aireando al viento con espasmódicos movimientos las funestas hojas que parecen que entierran a mi querido tranvía, pero ojo, sin ofrecer copia a los medios de comunicación, vaya a ser, que como tienen la mala costumbre de pensar cosas diferentes en algunos casos al sanedrín local, y como además suelen ser todos de letras, confundan algún dato y donde pone que cuesta cinco millones salga menos.

  Y ahí es donde yo estaba equivocado a estas alturas, porque de haber facilitado el informe que hicieron los catalanes con el dinero de los jienenses, sería menos transparente. También erraba yo creyendo que transparencia era reunirse con los colectivos vecinales para elaborar un presupuesto, o en caso de lo contrario, darle el borrador dos o tres semanas antes para que lo trabajaran e hicieran sus enmiendas, pero tampoco, que con seis días parece bastar. Los mismos días que tendrá el CES local para elaborar su informe, que, por cierto, tal vez no lo haga si no les dan los presupuestos con suficiente tiempo. Y es que  estos del CES local, donde están representadas todas las fuerzas de la ciudad, unas más vivas que otras, tampoco se han enterado bien de lo que es la transparencia, que les pasa como a mí. Y además se enfadan porque dicen que el alcalde o algunos de sus concejales van diciendo por los fantasmagóricos pasillos del Ayuntamiento que para tres o cuatro informes que hacen al año, se quitan del medio al CES local y contratan a una empresa privada cuando necesiten algún informe, que seguro que los hace mucho más transparentes. Qué equivocado estaba, Dios mío, yo con lo que era la transparencia.

Adivina, adivinanza


Hoy vamos a jugar a las adivinanzas. Prometo que no es difícil. Se trata de una ciudad, más pueblo y villa que capital. Su nombre tiene cuatro letras y no es León (no, Graná, tampoco). Está construida en las faldas de un monte que corona un castillo, que a veces está abierto y a veces no. En la antigüedad fue conocida por ser paso habitual de caravanas hacia el Norte y hacia el Sur, hacia el Este y el Oeste. Hoy en día las caravanas la circunvalan hacia el Oeste y el Este, hacia el Sur y el Norte. Ya ni siquiera pasan por ella.  Tiene un estación de tren de la que salen y llegan cuatro o cinco cada día, no los he contado, aunque no sería difícil. Hubo una época incluso que cogí alguno. También tiene un bonito tranvía. Mucha gente lo ha visto en fotos, en los periódicos, porque no funciona. Lo hicieron y cuando terminaron no lo usaron, a lo mejor no querían que se rompiese. 

Playa no tiene, pero la reodean tres ríos que cuando hay tormentas inundan todas las casas que tienen alrededor. Cuentan los más viejos que hubo políticos hace tiempo que diseñaron un encauzamiento y una presa para que no hubiera más inundaciones. Pero de eso hace mucho ya. Cuando llueve y hace mal tiempo, también hace mucho viento. Tanto que se llevó una carpa que pusieron en la plaza de toros y aún la andan buscando. También cubrieron un auditorio para poder celebrar espectáculos en invierno, pero cuando lo terminaron, nadie sabía cómo se recogía la techumbre para que no se volara con las ventoleras y acabó en el mismo lugar que la cubierta de la plaza de toros. Eso sí, la estructura metálica aún aguanta y aunque no abriga mucho, decora. Allí mismo hicieron una cámara oscura, como la de Cádiz, para poder ver toda la ciudad, pero está cerrada. También tiene un refugio antiaéreo de la época de la Guerra Civil, que se rehabilitó, pero también está cerrado. Y un raudal medieval en el barrio más antiguo que también adecentaron para las visitas, pero está cerrado. Y un Archivo Histórico que fue Universidad de Seglares en el siglo XVII, pero para entrar hay que llamar: los fines de semana está cerrado. Tiene un cementerio del siglo XIX que es Bien de Interés Cultural, pero está cerrado porque se cae. Y un edificio de Rafael Moneo, cerrado.

Al parecer la ciudad también cuenta con servicio de limpieza, pero yo no lo veo. Ahora van a hacer muchas cosas, de algunas de ellas ya me hablaban a mí de pequeño. Van a hacer una Ciudad Sanitaria, otra para la Justicia, un Museo Ibero para exponer todo el patrimonio que tienen metido en cajas, un montón de centros comerciales, un parque de aventuras, el aparcamiento más grande de España. Yo no sé si lo veré, pero como supongo que ustedes ya habrán adivinado de qué ciudad se trata, cuando construyan todas esas cosas, insistan para que las abran.

Oscura transparencia


Dice el refranero español que no por mucho madrugar amanece más temprano. Y aunque la lección hace tiempo que todos la aprendimos hay quienes se empeñan en repetir una y otra vez los mismos discursos, las mismas muletillas y frases hechas, las mismas amenazas y las mismas simplezas. Los políticos son especialistas en ello. Unos más que otros, la verdad.

Ahora toca presupuesto municipal y despidos sí o despidos no. El alcalde y parte de su equipo de Gobierno han hecho gala esta semana del discurso de la transparencia. Pero nadie se ha enterado de nada. Oscura transparencia la de las cuentas municipales para este año. Nadie sabe si va a haber despidos o no en el Ayuntamiento. De forma transparente, la cúpula madrugadora del equipo de Gobierno del PP municipal reúne a los sindicatos sin decirles sobre qué asuntos quieren tratar. Eso sí, previamente, con absuluta transparencia, informan a los medios de comunicación sobre sus intenciones y vuelven a levantarse a las cuatro de la mañana para ver si clarea antes en las arcas municipales. Y como ya va para dos años que el PP madruga en el Ayuntamiento y aún no ha visto que amanezca más temprano, se presentan en la reunión con los sindicatos con el borrador del presupuesto ya hecho (que en ningún momento enseñan) y le piden que el próximo martes le ofrezcan propuestas para ahorrarse ocho millones de euros en gastos de Personal. Ahí es nada. Los sindicatos tendrán (si no contamos el fin de semana) medio día de ayer jueves, hoy viernes y el lunes, para decirle al alcalde cómo pueden ahorrarse ocho millones de euros, y todo ello sin poner a un solo empleado en la calle. Bueno, si lo consiguen, no estaría mal que  fueran ellos quienes tomaran las riendas del Ayuntamiento y de su gestión; eso sí, con total transparencia.

Mientras tanto, el borrador del presupuesto para este año ya está hecho. ¿Y qué pondrá en el Capítulo I de Personal? ¿Habrán desaparecido los ocho millones de euros que tiene que ahorrarse el Ayuntamiento? Tal vez sí. Una pena, porque ahora habrá que cambiarlo con las propuestas que presenten los sindicatos el próximo martes; o tal vez no haga falta porque pocas propuestas dentro de la legalidad pueden tomarse a estas alturas que no se hayan tomado ya. Eso sí, populares y socialistas siguen moviendo torpemente sus fichas: que si tú dejaste al Ayuntamiento en ruina, que si tú metiste a todo el mundo a dedo, pero mañana, ocho millones de euros deberán desaparecer de los gastos depersonal. Una cosa está clara, el Ayuntamiento llegará a donde no lleguen los sindicatos con sus propuestas. Tiempo al tiempo.